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Con ánimo de amar

Suplemento Radar
Periódico pag12
pag 18
Por Andi Nachon
D.G Alejandro Ros


Brandon Gay Day
Sábado medianoche, Full Bar, Rivadavia 874

¿Qué sucede en esa pista donde al ritmo sorprendente del tema de la película Flash Dance dos chicas bailan de la mano? ¿Cómo puede ser que luego de un elegante set progressive house esté sonando New Order? ¿Dónde podría bailarse techno alemán un sábado en la noche de Buenos Aires? ¿En qué chill out dos novios se dan un beso relajados? Todas estas preguntas podrían tener como respuesta Brandon: las únicas fiestas de tópico gay que han sabido perdurar por ya más de tres años sin lugar fijo y tras sucesivas mudanzas. Sí, cualquier noche un set de DJ Ultra Violet puede incluir con total desparpajo los saltitos letales de flashdance para luego pasar al mejor de los lentos de The Cure y lograr sin problemas que la concurrencia baile apasionada.
Porque antes que nada Brandon Gay Day es una fiesta. Originariamente pensada para quienes no encontraban su espacio en las mega discos de mucho ambiente y exceso de pop latino. Entonces la idea fue generar un lugar donde bailar, y por qué no, conocer chico o chica dependiendo de la preferencia. Ese espíritu de diversión, con amplitud dentro de las elecciones musicales aunque sin concesiones a la hora de las modas salsa parranderas, podría definir la idea Brandon. Los djs se alternan de fecha a fecha, aunque son de la familia Club Rayo, los djs Pareja, Dany Nijensohn y más de una vez Leo García animó también estas pistas. Sí, hay mucho de “chico busca chico” y “chica busca a chica”. Pero sin frenesí. Entre cool y divertido y sin exceso de biceps ni remeras ajustadas. Hay también muchos grupos de amigos, que a pesar de estar ya en los casi treinta, se niegan a dejar los petates en el guardarropa y siguen bailando alrededor de la pila de camperas. Y siempre, no importa cuál sea la locación, para que la fiesta Brandon exista tiene que haber algún rincón apartado de la pista, algo más tranquilo y donde hablar resulte posible.
Tal vez por haber sabido mantener estos requisitos sin doblegarse, estas fiestas siguen siendo punto de encuentro para muchísima gente que ya estaba cansada del circuito usual. Sus principales mentoras, Lisa y Jorgelina, lograron que desde aquellas primeras fechas de miércoles a la noche, adonde todos eran conocidos, a estas en las que hay mucha gente joven, el ánimo festivo se mantuviera. Casi como de baile en una casa. En Brandon nadie se ocupa del modelito que lucen los otros, no hay demasiada purpurina ni chicas montadísimas. No es que la circulación dichosa del deseo o las miradas de una punta de la pista a la otra se hayan perdido. Eso siempre está más que presente. Probablemente se trata de otras formas, que antes no encontraban un lugar que hablara de ellas, para esa clase de movimientos. Para nada estridente, este espacio sostiene un estilo de vida propio y hace lugar a otras maneras de amar y relacionarse con desparpajo aunque sin ademán combativo. Tal vez por eso, los besos más sorpresivos y lindos siempre suceden en Brandon y estas pistas tienen el recuerdo de muchos romances, pasiones de fin de semana y hasta algún que otro matrimonio. En todas partes, estas cosas pasan. Aunque si hubiera que definirlo, se pensaría más en los amigos que van a bailar y a disfrutar, y por qué no, a ver si alguien más está en esa misma frecuencia, a esa hora y en ese lugar.
Entonces, si tu guardarropa está más cerca del jean y la remera, o si te pierden los muchachos de cangurito y zapatillas, o si te gustan las chicas de pantalones enormes que bailan frente al parlante: Brandon puede ser tu lugar. Ahora sábado por medio en el Anexo, tal vez más adelante en otra dirección, Brandon se sigue moviendo. Como todo muchachito / muchachita con ánimo de amor y diversión que nunca dejará de bailar un clásico de Madonna. Claro que sí, Brandon: en memoria de esa chica cowboy de Boys don’t cry y también en recuerdo de aquél, el jopo más lindo de Berverly Hills 90210. Y por qué no, para que bailes en el medio de la pista con los brazos bien altos, ahí donde todos pueden ser estrellas esta noche y el amor, siempre, está por llegar con el próximo tema.
Andi Nachon