Nicolás G. Recoaro > @ngrecoaro
Domingo 6 de Noviembre de 2016
Diva total. Peluca carré a lo Uma Thurman en Pulp Fiction, pestañas kilométricas orladas con plumas de fantasía y sandalias de taco aguja que dan vértigo. Esta noche nace una estrella: Dixie Valentine. Danilo, el padre de la criatura, confiesa que por ahora sólo le preocupa conseguir un rush rojo shocking para barnizarse los labios. “Es la primera vez que me transformo. Mi debut… Espero que no sea también mi despedida”, dice el joven de 19 años y guiña el ojo derecho, sexy.
Se larga en Casa Brandon, Villa Crespo, la tercera edición de Divas Drag Race, que premia a las drag queens más carismáticas de la escena porteña. “La competencia es una excusa. Acá hay comunión, un espacio abierto para performatear, sumar fuerzas e ir para adelante. Sin dejar de lado el glamour, obvio”, explica Nico, uno de los organizadores y a cargo de las bandejas de DJ. “Nos interesa darles un espacio a todos: drag queens, drag kings… Es una auténtica varieté con escenario y micrófono abierto. La última palabra la tiene el público. El aplausómetro define quién es la reina”, dice el muchacho musculoso de pelada brillante, frondosa barba leñadora y botas bucaneras.